Los pastores Hernán Contreras y Manuel Rivas, con la conducción de Juan Isaías, continúan tratando el tema de las obras de la carne.

Como resumen de los programas anteriores, el hermano Juan Isaías señala que las obras de la carne se dividen en cuatro grupos:  Los pecados sensuales o sexuales, Los pecados religiosos, los pecados sociales y los pecados personales.

En el capítulo de la semana pasada se estudiaron los pecados sociales. ¿Cuáles serían estos pecados sociales?, el pastor Hernán explica que cuando se habla de pecado social, no se refiere a pecados del mundo, de la sociedad en sí, sino que apunta a las relaciones que pueden tener los creyentes en una comunidad cristiana.

 

Pecados como las enemistades, los pleitos, los celos y las iras son ejemplos de éstos.

El pastor Hernán comenta como el apóstol Pablo trata de enseñar a los hermanos en Galacia para poder evitar este tipo de pecados dentro de la congregación.

 

El pastor Hernán señala que todo lo que un hermano vive durante la semana, leyendo su palabra, en comunión con el Padre, orando con Él, será el vivo reflejo cuando deba congregarse con sus hermanos. Por el contrario, si un hermano vive una vida lejos de la oración, lejos de la palabra del Señor, eso es entonces lo que reflejará en la iglesia, y se va a manifestar la obra de la carne.

 

Las obras de la carne en un hermano son muy peligrosas, ya que cualquier cosa que suceda, o lo miren de una forma o no lo saludan, va a provocar en él una reacción negativa.

 

El pastor Hernán señala que las obras de la carne que se manifiestan en los pecados sociales, son los descritos en Gálatas 5:16 al 21 “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.”  El pastor comenta que las obras de la carne comienzan con las enemistades y que éstas permanecen por mucho tiempo.

 

Al continuar con este estudio, el pastor Hernán menciona que la carta a los Hebreos dice algo muy hermoso, dice que debemos tener cuidado con las raíces de amargura (Hebreos 12:5). ¿Por qué se llaman raíces de amargura? Porque uno no ve cuando se forma la raíz, está en lo profundo expandiéndose.

El escritor de la carta, nos aconseja que seamos guiados por el Espíritu Santo de Dios.

Le compartimos el link más abajo para que escuche o vuelva a escuchar este interesante estudio, colocando atención también, a lo que el pastor Manuel Rivas tiene para compartir al respecto.