Cómo cada jueves, el Pastor, Juan Carlos Campos, visitó el programa Nuevas cada mañana para seguir enseñándonos sobre diferentes personajes de la biblia que se han convertido en verdaderos ejemplos para el andar del cristiano. En esta ocasión, continuó hablando sobre la vida de Abram y su separación con Lot relatada en el capítulo 13 de génesis.

Aquel pasaje bíblico narra que “la tierra se hizo pequeña a ambos. Tribus que crecen, que se hacen fuertes. Dios les hizo prósperos y como resultado de esto, aumentó todo lo que era propiedad física, por lo cual comenzaron a tener dificultades entre ellos. La abundancia genera conflictos”, partió diciendo el siervo de Dios.

Frente a este panorama, la escritura relata que fue Abram quien actuó de manera más sensata, confiando en que, a pesar de que Lot había escogido toda la llanura del Jordán, Dios daría cuidado y provisión a los suyos.

“Cuando Abram le dio a escoger, se esperaba que lo más próspero se lo diera a su tío. Pero no. Lot actuó así porque la carne es egoísta. Lo que el hombre siembra, es lo que cosecha. Si sembramos para la carne cosechamos para la carne, lo mismo para el espíritu”, dijo.  

“Abram era un hombre extraordinario pero no por sus facultades, sino que Dios lo hace extraordinarios. El Señor hace una obra maravillosa en nuestras vidas. Hay antecedentes que se manifiestan como resultados de creer en Cristo. Un proceso de transformación permanente, agregó sobre este hombre de fe”.  

Para concluir, el Pastor señaló que “es importante decir que el llamado de Dios implica cambios importantes. Tal como con Abram, así también en nuestras vidas. Salir del ambiente natural, de la cultura. Cuando uno conversa con personas que dieron este paso, es algo no menor”. 

Escucha la reflexión completa a continuación:

  

  

 

 

 

  

 

 

 

mañana de edificación

 

conversaciones en armonia 16 horas entre hermanos y pastores