titleRadio Armonia <subtitle type="text">Una señal en el aire, para confesar que: “Jesucristo es el Señor, para Gloria de Dios Padre". Fil. 2:11</subtitle> <link rel="alternate" type="text/html" href="http://radioarmonia.cl"/> <id>http://radioarmonia.cl/inicio/index.php/component/tags/tag/143-satisfecho</id> <updated>2024-04-29T00:05:51-04:00</updated> <author> <name>Web Radio Armonia</name> <email>internet@armonia.cl</email> </author> <link rel="self" type="application/atom+xml" href="http://radioarmonia.cl/inicio/index.php/component/tags/tag/143-satisfecho?format=feed&type=atom"/> <entry> <title>¿Cuál es el secreto del contentamiento? 2014-01-20T16:17:52-03:00 2014-01-20T16:17:52-03:00 http://radioarmonia.cl/inicio/index.php/component/content/article?id=197:cual-es-el-secreto-del-contentamiento Super User <p>Si usted pertenece a Cristo, como el apóstol Pablo usted puede y debe aprender el secreto del contentamiento. Cuando Pablo escribió, “pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento,” no solamente hablaba filosóficamente (1 Tim. 6:6). Él había aprendido el secreto del contentamiento en cada circunstancia de la vida (Filipenses 4:11-12). Mientras que el secreto se les escapa a varias personas, no se le tiene que escapar al verdadero creyente. Para aquellos que están dispuestos a aprender, aquí hay seis pasos tomados de la vida y la enseñanza de Pablo para poder vivir una vida llena de contentamiento.   <br /><br /><strong>Primero,</strong> aprenda a dar gracias en toda ocasión. Pablo había aprendido a dar gracias en cada circunstancia y él exhorto a todo creyente que hiciera lo mismo. Dar gracias, en primer lugar, es cuestión de obediencia (1 Tesalonicenses 5:18; Efesios 5:18), pero también es característico de un creyente lleno del Espíritu (Efesios 5:18-20).  <br /><br /><strong>Segundo,</strong> aprenda a descansar en la providencia de Dios. Si en realidad conocemos a Dios, sabemos que está desarrollando su plan para nosotros para nuestro beneficio y Su gloria (vea Romanos 8:28). No deberíamos sorprendernos o ser desagradecidos cuando pasemos por pruebas sabiendo que Dios conoce perfectamente el resultado (vea 1 Pedro 4:12-13).<br /><br /><strong>Tercero,</strong> aprenda a estar satisfecho con lo poco. Pablo había elegido estar satisfecho con lo poco, y sabía que era importante que otros aprendieran a elegir lo mismo. En 1 Timoteo 6:6-8, Pablo exhorto a un joven pastor con estas palabras: “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto”. Pablo entendía que la codicia y el contentamiento eran mutuamente exclusivos.  <br /><br /><span style="font-size: 12.16px;"><strong>Cuarto,</strong> aprenda a vivir por encima de las circunstancias de la vida. Así es como vivió Pablo. En 2 Corintios 12:9-10 el escribió, “Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien es mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”<br /><br /></span><span style="font-size: 12.16px;">Pablo no encontró placer en el dolor mismo, pero en el poder de Cristo que fue manifestado a través del dolor en tiempos de debilidad, reproches, persecuciones y angustias. Nosotros también deberíamos de encontrar deleite en el poder de Cristo durante tiempos de angustia.<br /><br /></span><span style="font-size: 12.16px;"><strong>Quinto,</strong> aprenda a depender en el poder y la provisión de Dios. El apóstol Pablo escribió, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil. 4:13); y Jesús dijo que nunca nos dejaría ni nos desampararía (Hebreos 13:5). Como Pablo, nosotros también podemos aprender a depender en la promesa de Cristo. Él fielmente infunde a cada creyente Su propio poder y los sostiene en tiempo de necesidad hasta que reciban la provisión de Su mano (Efesios 3:16).<br /><br /></span><span style="font-size: 12.16px;">Finalmente, preocúpese por el bienestar de otros. El resumen de esto lo hizo Pablo en Filipenses 2:3-4, donde escribió: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”.<br /><br /></span><span style="font-size: 12.16px;">El hombre egoísta es un hombre descontento. Pero el alma del hombre generoso, el hombre que vive por los intereses y el beneficio de otros, tendrá bendición sobre bendición en su vida (vea Proverbios 11:24-25; 19:17; Lucas 6:38; 2 Corintios 9:6).</span></p> <p><br /><em><a href="http://www.gracia.org/recursos.aspx?p=a&amp;article=362" target="_blank">Gracia a Vosotros</a>.</em></p> <p><br /><br /></p> <p>Si usted pertenece a Cristo, como el apóstol Pablo usted puede y debe aprender el secreto del contentamiento. Cuando Pablo escribió, “pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento,” no solamente hablaba filosóficamente (1 Tim. 6:6). Él había aprendido el secreto del contentamiento en cada circunstancia de la vida (Filipenses 4:11-12). Mientras que el secreto se les escapa a varias personas, no se le tiene que escapar al verdadero creyente. Para aquellos que están dispuestos a aprender, aquí hay seis pasos tomados de la vida y la enseñanza de Pablo para poder vivir una vida llena de contentamiento.   <br /><br /><strong>Primero,</strong> aprenda a dar gracias en toda ocasión. Pablo había aprendido a dar gracias en cada circunstancia y él exhorto a todo creyente que hiciera lo mismo. Dar gracias, en primer lugar, es cuestión de obediencia (1 Tesalonicenses 5:18; Efesios 5:18), pero también es característico de un creyente lleno del Espíritu (Efesios 5:18-20).  <br /><br /><strong>Segundo,</strong> aprenda a descansar en la providencia de Dios. Si en realidad conocemos a Dios, sabemos que está desarrollando su plan para nosotros para nuestro beneficio y Su gloria (vea Romanos 8:28). No deberíamos sorprendernos o ser desagradecidos cuando pasemos por pruebas sabiendo que Dios conoce perfectamente el resultado (vea 1 Pedro 4:12-13).<br /><br /><strong>Tercero,</strong> aprenda a estar satisfecho con lo poco. Pablo había elegido estar satisfecho con lo poco, y sabía que era importante que otros aprendieran a elegir lo mismo. En 1 Timoteo 6:6-8, Pablo exhorto a un joven pastor con estas palabras: “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto”. Pablo entendía que la codicia y el contentamiento eran mutuamente exclusivos.  <br /><br /><span style="font-size: 12.16px;"><strong>Cuarto,</strong> aprenda a vivir por encima de las circunstancias de la vida. Así es como vivió Pablo. En 2 Corintios 12:9-10 el escribió, “Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien es mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”<br /><br /></span><span style="font-size: 12.16px;">Pablo no encontró placer en el dolor mismo, pero en el poder de Cristo que fue manifestado a través del dolor en tiempos de debilidad, reproches, persecuciones y angustias. Nosotros también deberíamos de encontrar deleite en el poder de Cristo durante tiempos de angustia.<br /><br /></span><span style="font-size: 12.16px;"><strong>Quinto,</strong> aprenda a depender en el poder y la provisión de Dios. El apóstol Pablo escribió, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil. 4:13); y Jesús dijo que nunca nos dejaría ni nos desampararía (Hebreos 13:5). Como Pablo, nosotros también podemos aprender a depender en la promesa de Cristo. Él fielmente infunde a cada creyente Su propio poder y los sostiene en tiempo de necesidad hasta que reciban la provisión de Su mano (Efesios 3:16).<br /><br /></span><span style="font-size: 12.16px;">Finalmente, preocúpese por el bienestar de otros. El resumen de esto lo hizo Pablo en Filipenses 2:3-4, donde escribió: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”.<br /><br /></span><span style="font-size: 12.16px;">El hombre egoísta es un hombre descontento. Pero el alma del hombre generoso, el hombre que vive por los intereses y el beneficio de otros, tendrá bendición sobre bendición en su vida (vea Proverbios 11:24-25; 19:17; Lucas 6:38; 2 Corintios 9:6).</span></p> <p><br /><em><a href="http://www.gracia.org/recursos.aspx?p=a&amp;article=362" target="_blank">Gracia a Vosotros</a>.</em></p> <p><br /><br /></p>